Operación destete

Te levantas con una teta (quizas las dos) fuera después de una noche movidita, pero no te da tiempo a guardarla (o guardarlas) cuando ya te reclaman el desayuno. Comienza el día y pierdes la cuenta de las veces que repites tomas durante la mañana. A veces tienes la sensación de que pasas mas tiempo con ellas fuera del sujetador que dentro. ¡Ups se ha caído! «tetita», tiene sueño «tetita», ¿mamá se ha sentado? Pues yo quiero «tetita», ¿que me aburro aunque tenga mil juguetes? «tetita», ¿mi tete queriendo a mamá? Es mía y la reclamo pidiendo «tetita».

Mal comes con el enganchado y metiendo el pie en tu plato, porque es eso o no comer. La casa parece una leonera y eso antes te agobiaba, pero ya estás tan cansada que te da igual. El momento ducha se ha convertido en tu favorito, porque es tu momento de paz. Llega la noche y ya has perdido la cuenta de las veces que has dado la teta hoy, aunque sabes que aún quedan unas cuantas más…

¿Te suena?, ¿te sientes identificada?.

Durante 21 meses ese ha sido mi día a día. Jamás pensé que llegaríamos tan lejos con la lactancia, porque mi intención inicial era conseguir los 6 meses de LME que aconseja la OMS, pero viendo que superamos los baches iniciales (mastitis, agarre, grietas…) ¿porque no continuar hasta el año? Después del año como los dos seguíamos cómodos y agusto hemos ido sumando meses hasta llegar a aquí.

Todo iba genial pero un cúmulo de cosas (trabajo, falta de sueño, estrés…) hizo que el momento «teta» comenzase a convertirse en agobiante para mí. Me limitaba demasiado puesto que me pasaba el día sentada sin poder hacer nada más.

Eso sumado a que repetiamos tomas mil veces cada día y que cada vez que la cogía no paraba quieto, me hicieron plantearme el destete.

Lo intentamos en mayo, se me cruzó el cable y dije «hasta aquí llegamos» pero desistí a los dos días 😅 ¿Porqué? Pues porque soy una blandengue y en cuanto me soltó dos lloros, flaqueé.

Pero viendo que la rutina seguía y que ya eran meses así, volví a decir eso de «se acabó la teta». El papi chulo que me conoce demasiado bien y ya estaba harto de escucharme decirlo, me dijo «pero esta vez no recules o no lo conseguirás nunca».

Asique con mucho miedo y pena comenzamos la que en casa se denominó operación destete.

Empezamos el día 1 de Julio.

El primer paso fue eliminar las tomas nocturnas. Las tres primeras fueron apoteósicas, lloraba el, lloraba yo, Alejandro mal dormía y el papi chulo se paseaba por casa viendo el espectáculo de lejos, porque Guillermo sólo quería los brazos de mamá.

El cuarto día ya sólo hizo tres tomas; desayuno, siesta y antes de ir a dormir. A estas alturas yo ya hacía el pino puente mentalmente, porque físicamente me hubiese partido algún hueso seguro 😂 soy demasiado patosa para esas cosas. Pero lo conseguido hasta ahora, ya era todo un logro.

Y pensaréis ¿donde está el truco? Pues no lo hay. Durante el día hacía malabares para que no se acordase de ella, en nuestro entorno estaba prohibida la palabra «teta» y cuando me la pedía, trataba de distraerlo con juegos o comida. Había veces en las que no era nada fácil y lloraba sin consuelo, pero con una dosis extra de mimitos se le iba pasando.

El quinto día desayunó un cola cao y yo no podía creérmelo. En 20 meses jamás se había bebido más de un trago de otra leche que no fuese la mía y en su envase original, la teta.

Comenzaba a verse luz al final de este largo túnel. De mil tomas hemos pasado a sólo una, la de antes de dormir. A día de hoy, la seguimos manteniendo. Mi idea es que el la deje cuando esté preparado, o cuando yo ya no pueda más.

Porque si algo tengo claro es que debe de ser un periodo bonito para ambos y que en el momento en que alguno de los dos, deja de disfrutar de esa experiencia, lo mejor es abandonarla para que no se empañe el recuerdo de una etapa maravillosa.

La conclusión que he sacado de esta experiencia es que una vez mas, con paciencia y altas dosis de cariño se pueden lograr grandes cosas.

Como ya he dicho en otras ocasiones, lo que cuento es mi experiencia. No soy profesional, ni experta en esto, pero son varias las mamás que me han preguntado por como nos iba y se que a muchas les puede ayudar conocer mi opinión, como a mi me ayudó en su día conocer la de otras. No he seguido ningún manual, pero si me informé muchísimo, me leí tropecientos artículos sobre destete y me iba marcando objetivos según íbamos avanzando.

No es fácil pero con perseverancia se puede lograr.

Y sobre todo no os dejéis influenciar, porque si hasta ahora había tenido que oir barbaridades por dar la teta, no han sido menos las que he tenido que leer por querer destetar antes de los 2 años.

Hablo de grupos de Facebook y foros de lactancia,a los que entré buscando orientación y apoyo, pero solo encontré imposiciones de madres «perfectas» (o eso piensan ellas), que me tachaban de egoísta por querer quitarle la teta a mi hijo cuando según ellas, aún no tocaba.

Yo no seré la madre perfecta pero sí una madre feliz y eso para mi es lo mas importante.

Si necesitais saber algo más o queréis preguntarme algo sobre este tema, no dudéis en hacerlo que estaré encantada de poder ayudaros.

Mil besitos y gracias por leerme una vez mas 😘

Mariloli.

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